
Ellos tienen razón,
esa felicidad al menos con mayúsculas no existe,
ah, pero si existiera con minúsculas...
MARIO BENEDETTI. Soledades
Estás lejos, a veces incluso me pregunto si me escuchas...
Los días, mientras tanto, van cambiando sus dígitos con su balance de días y noches, papel fumable en los archivos del ayer. La tierra sigue girando sobre si misma y su crónica, a menudo, deja al descubierto un horror de perros, sin documento, como aquella canción de Los Rodríguez...
No sé a ciencia cierta, si verdaderamente me escuchas, por aquí abajo, una pandilla de locos festejaron el fin de año con cientos de kilos de serpentina explosiva en la terminal de un aeropuerto, miles de curiosos intolerables persiguen el video de un hombre ahorcado -quizás en el fondo seamos todos iguales-... Conmigo no cuenten para esa gran fiesta de cuervos.
Me tumbaré en la arena,
miraré al cielo de reojo y,
cantaré mentalmente una canción...
Bobby McFerrin, a ti encomiendo mi incredulidad:
Don´t worry be happy.