
Podría intentarlo, probar a subir un escalón más, puede que al final uno roze el delirio con las yemas de los dedos y respire aliviado. Quisiera subir justo allí donde la cara de la luna siempre es amable, con mi talonario de tentaciones, decir que estoy vivo, que guardo algunas melodias que aún me erizan la piel.
De igual modo, también quisiera congelar el momento, descontar peldaños, aprisionarlo en cualquier esquina, esconderlo en la guantera del coche...
Por qué no regresar a aquellos instantes donde eramos lo mejor de nosotros mismos, permitiendo que las promesas escaparan barandilla arriba. Por qué no perseguir los pronósticos lanzados en aviones de papel sin rumbo fijo, resumiendo con tinta azul el capricho del destino.
De todas formas, intuyo que el vértigo lo dejé olvidado en algún aeropuerto, así que subiré a buscar mi trozito de cielo.
P-D: feliz año a todos ustedes