CORAZÓN DELATOR
No me asustan la soledad ni la melancolía
amar
estornudar
dormir
ni mucho menos soñar
Tampoco me inquietan las noches
las despedidas, la fragilidad del placer
el dulce instante donde vienes y te vas
las palpitaciones que terminan por desnudarme
el corazón que me delata